Opinión

Tren Pacífico: un sueño de nostalgia.

Los millenials no lo saben, pero hubo un tiempo en que cruzar del desierto al altiplano era un espectáculo maravilloso de al menos tres días.

contemplando como el amarillo y ocre del paisaje sonorense se iba convirtiendo al verde oscuro de los bosques y selvas.



Cruzar el país desde Mexicali hasta el Distrito Federal o viceversa a bordo del tren “Burro” era una aventura bizarra, alucinante, didáctica y formativa. Conocías toda clase de gente, llegabas a familiarizarte con las tonalidades extrañas de los acentos regionales; te gozabas con la gastronomía de cada sitio y con suerte, aquello solía terminar en algún romance furtivo que se evaporaba en la última estación.



Si tu economía lo permitía, podías también viajar en el tren “Bala”, que era más rápido, sólo paraba en ciudades ‘grandes’ y contaba con dormitorios, restaurante, comedor, salones de cierto lujo y difícilmente encontrabas allí jaulas con gallinas y guajolotes, costales de frutas, huacales con verduras, camarones secos y las más exóticas mercancías con las que usualmente cargaban los bulliciosos pasajeros.



Me tocó hacer el viaje completo varias veces y aquello era un hermoso catálogo de lecciones de vida que nunca se repetirán, pues aunque el Tren Pacífico volviera a surcar las venas ferroviarias del costado poniente de la patria, el paisaje ha cambiado y con los años, también la mirada.



Pero inevitablemente, mientras la diputada María Dolores del Río leía ayer, su exhorto al presidente para que regresara el Tren Pacífico, la memoria viajó de nuevo entre los sonidos herrumbrosos, el humo del diésel, la gritería de pasajeros y vendedores de lo que sea, el sincretismo cultural conviviendo en cada estación.



Teóricamente, este proyecto tendría mayor viabilidad que el Tren Maya, pues las vías ya existen y están en uso, siguen soportando millones de toneladas de carga diariamente; no afectaría flora ni fauna, detonaría zonas económicas que cayeron en depresión desde los 90 (como Empalme y Benjamín Hill, por citar dos en Sonora), y no hay zonas protegidas a su paso.



Recuerdo que en campaña, Andrés Manuel López Obrador esbozó la posibilidad de recuperar ese importante medio de transporte de pasajeros, pero es claro que al menos en sus primeros años como presidente, las prioridades son otras: el tren maya y el transistmico, refinería Dos Bocas y el aeropuerto de Santa Lucía, por citar algunas.



El exhorto, aunque fue aprobado por unanimidad en el Congreso de Sonora, tendrá el mismo destino que cualquier otro exhorto: la aplicación del artículo cesto (acción y efecto de tirarlo al cesto de la basura).



Y ahí fue cuando desperté de los recuerdos de aquellas noches surcando las faldas de cerros iluminados por millones de luciérnagas, y los días de viento fresco despeinando las melenas que asomaban por las ventanillas en el intento de atrapar mariposas de colores en paisajes inenarrables. Puentes espectaculares y túneles cómplices…



Es posible que algún día el tren de pasajeros vuelva a surcar la zona del Pacífico y si esto llega a pasar, seguro ya no será en esa modalidad romántica y bucólica. Los países más desarrollados están desarrollando tecnologías que posicionan a los trenes como transporte súper eficiente y rápido, disputándole mercados incluso a las líneas aéreas. Quizás algún día veamos eso en México.



II



Se encontraron en las inmediaciones del ejido El Buey en la zona rural poniente de Hermosillo, la gobernadora Claudia Pavlovich y la alcaldesa Célida López entrándole a cuatro manos a las tareas de supervisión y reparación de los daños causados por las lluvias extraordinarias del pasado miércoles.



Y a las labores de prevención de eventuales calamidades como las plagas de mosquitos, y posibles enfermedades por las condiciones insalubres que se generan con la acumulación de aguas pluviales en cacharros que comienzan a ser retirados.



También comenzaron trabajos de reparación de caminos vecinales y por parte de la secretaría de Salud que encabeza Enrique Claussen, se llevó una unidad móvil de atención médica y vacunación para los pobladores de ese ejido, y en estos días se llevarán a otras comunidades rurales donde se resintieron los mayores daños.



A más tardar el sábado 28 se podrá acceder a los recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), tras la declaratoria de emergencia solicitada por la gobernadora. Entre esos apoyos se encuentran despensas, kit de limpieza y agua embotellada.



Y si en las zonas rurales la están pasando mal, no lo están menos en las urbanas. Particularmente Hermosillo está pasando por una crisis de baches que no se veía quizás desde el último año de la administración de Alejandro López Caballero y el primero del Maloro Acosta, cuando la ciudad quedó realmente hecha un desastre en sus calles.



El ayuntamiento está redoblando esfuerzos en trabajos de bacheo, pero la situación los rebasa y las quejas ciudadanas se multiplican al mismo ritmo en que aparecen nuevos hoyancos y socavones que van a requerir algo más remedios emergentes. El tema es hoy por hoy, el principal reto de la alcaldesa Célida López.



IV



Pero como la vida no se detiene y al mal tiempo buena cara, por la mañana la gobernadora puso en marcha la segunda etapa del programa Sonora con ActitTur, un esfuerzo interinstitucional que involucra a la sociedad civil en las tareas de proyectar a Sonora como una potencia en el renglón de turismo, como ya lo es en otras actividades económicas como minería y sector agroalimentario.



Esta vez se lanzó la aplicación Visit Sonora, una herramienta tecnológica para ofrecer al mundo una guía completa de los destinos turísticos del estado: playas, pueblos mágicos y tesoros de Sonora; fiestas patronales, eventos culturales, artísticos, deportivos y un catálogo de la extensa variedad gastronómica sonorense, de fama mundial.



Una vertiente fundamental de este programa es la capacitación del personal que trabaja en el sector turismo y servicios, pues de su actitud ante el turista depende mucho el crecimiento de la llamada industria sin chimeneas. En esta vertiente ya se ha certificado a 350 replicadores, que a su vez tienen la meta de capacitar a 25 mil personas cuyos trabajos implican una relación cara a cara con los visitantes: taxistas, policías, despachadores de gasolina, meseros, etc.

Arturo Soto Munguía

Arturo Soto Munguía

El Zancudo... No mata, pero hace roncha