Cultura

Después de pasar 100 años ocultos, revelan manuscritos inéditos de Kafka.

Los textos permanecieron por casi 100 años en la caja fuerte de un banco suizo y recuperados por Israel

Franz Kafka quiso que los manuscritos que dejó al morir fueran destruidos. Su deseo nunca se cumplió. Casi un siglo después, cientos de documentos ocultos durante décadas en las cajas fuertes de un banco de Suiza que marcan su vida y obra literaria salieron a la luz en Jerusalén.

Tras un litigio de doce años por su propiedad, la Biblioteca Nacional de Israel expuso hoy miércoles cientos de cartas, diarios, cuadernos, bocetos y escritos a mano del autor, que llegaron en julio desde Zúrich, y que estaban guardados en sesenta carpetas del archivo personal de su amigo íntimo, Max Brod, a quien legó sus papeles para que los quemara.

Los expertos sabían que el novelista estudió el idioma desde 1917, pero no estaban seguros de si podía escribirlo con soltura, algo que se demuestra en la libreta encontrada, que Litt ve como "un gran descubrimiento".Otros de los interesantes hallazgos son dibujos del escritor."Algunos fueron publicados en el pasado, pero también hay otro cuaderno con garabatos y esbozos de figuras humanas y situaciones diferentes, algunas de ellas humorísticas y otras no", todos recopilados en una libreta hasta ahora "totalmente desconocida", remarca el experto.Kafka (Praga, 1883-1924), que escribía cartas casi a diario a sus amigos y allegados, dejó una extensa correspondencia en la que destacan notas epistolares con Brod o una carta de 47 páginas dirigida a su padre en 1919, en la que se evidencia "su difícil relación, el terror que le infundió durante toda su infancia" y "otros agravios", y que su progenitor finalmente no recibió. Entre los archivos del autor de "El Proceso", guardados hasta hace poco en una caja de máxima seguridad del banco suizo UBS, están tres versiones de "Preparativos de una Boda en el Campo", una historia en la que trabajó entre 1907 y 1909, pero que nunca acabó, y el fragmento del relato se publicó finalmente tras su muerte.Litt, que acaricia ante los periodistas las valiosas notas conservadas del escritor, destaca también los apuntes autobiográficos de Kafka que tiene entre manos, que contienen memorias sobre su infancia y sus años escolares en Praga.

Fuente: El sol de Hermosillo.