Enrique Méndez y Fernando Camacho
21 de noviembre de 2024 07:30
En menos de tres horas y sin las estridencias ni la rudeza discursiva que la oposición solía utilizar en otros años para cuestionar la política del gasto público, la Cámara de Diputados desahogó ayer la comparecencia del secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O para explicar el alcance del paquete económico 2025.
Es un paquete con el que, dijo el morenista Carol Antonio Altamirano, el gobierno se aprieta el cinturón para el próximo año, lo que contrasta con el despilfarro de los malos gobiernos del pasado.
Si en septiembre de 2023 el funcionario defendió que la continuidad del proyecto de nación pasaba necesariamente por la estabilidad y la disciplina fiscal, ayer ante el pleno definió que la propuesta de ingresos y gastos marca el inicio de un nuevo gobierno que comparte con el saliente una visión de desarrollo con justicia social.
Sin embargo, el coordinador de Morena, Ricardo Monreal Ávila, anticipó una cirugía mayor al Presupuesto de Egresos de la Federación del próximo año, postura que contrasta –recordó su homólogo del PRI, Rubén Moreira– con la decisión de no moverle ni una coma a las iniciativas del Ejecutivo.
Monreal recurrió a una alegoría: el presupuesto es una misma cobija. Hablando en términos campiranos, si le jalas de un lado, descobijas otro. Haremos uso de la creatividad para reasignar fondos a universidades, el campo, educación, salud, cultura y carreteras.
Dijo que ya habló con el INE para reducir su gasto y calculó que con la extinción de los órganos autónomos, algo vamos a obtener y buscamos de dónde completar para resarcir a esos seis rubros.
Diputados de oposición lamentaron el recorte a los estados y Monreal reconoció que los gobernadores van a batallar para ejercer sus funciones en 2025.
Con todo y las críticas a la disminución de fondos para salud y el campo, la comparecencia fue tersa, gracias a que el acuerdo entre bancadas concedió al secretario contestar a las preguntas por bloque, y no a cada una, como hasta el año pasado.
El panista Héctor Saúl Téllez calificó el paquete económico de fantasía y Rubén Moreira fue más allá: aquí se describió una realidad que no existe, al menos no en esta dimensión. El presupuesto está sostenido sobre gelatina.
La rijosidad del PAN se redujo a pancartas en las que se leía El tren del despilfarro, en referencia al costo del Tren Maya, y el desarrollo de la comparecencia fue tan terso, que Monreal se salió a la mitad de la primera ronda de preguntas y regresó al salón sólo para despedir a Ramírez de la O.
Fuente: la jornada