Estatales

Orgullo e identidad representa la pitaya en el Sur de Sonora

La región cuenta con uno de los pitayales más grandes, pero la deforestación ha ido mermando esta planta del desierto.

NAVOJOA.- Un motivo de orgullo y de identidad, además de un sustento para cientos de familias de las comunidades del Sur de Navojoa representa la pitaya, manifestó Carmen Alberto Díaz Alamea.

Es un fruto de nuestra región que nos da identidad, que se da en temporada de mayo a junio”, apuntó el coordinador de Incubadora de Empresas del Instituto Tecnológico de Sonora.

El también organizador de la Feria de la Pitaya, de la cual se han celebrado tres ediciones desde 2019 a la fecha, resaltó que los habitantes de las comunidades aledañas a los pitayales, como por ejemplo la localidad de Sirebampo, aprendieron a procesar este fruto y elaborar distintos productos gastronómicos, como nieves, coyotas, entre otros.

''Sólo de la comunidad de Sirebampo son algunas 50 familias las que viven de la pitaya, desde su recolección hasta elaboración de algún producto”, apuntó.

“AKKY SEWA”: FLOR DE PITAYA

En la pitaya María Eudelia Verdugo Mátuz, una mujer originaria de la comunidad de Sirebampo del Municipio de Huatabampo, encontró una manera de ganarse la vida, y creó la marca “Akky Sewa”: Flor de Pitaya, bajo la que elabora coyotas de este fruto.

Hace once años que inició con el proyecto, recordó, y hoy su producto que comercializa en diferentes partes de la República e incluso ha llegado hasta Europa.

Al principio no fue fácil, mencionó, ya que tenía que salir en compañía de otras mujeres de la comunidad a vender su producto en Navojoa visitando casas y negocios; sin embargo, esa estrategia no les dio resultado.

Un grupo de mujeres indígenas vendíamos la mermelada de pitaya, las coyotas y dulces, pero no nos tomaban en cuenta, nos veían como un vendedor común y corriente, andábamos asoleados, dando a conocer nuestro producto casa por casa”, narró.

En un principio, dijo, producían alrededor de mil 500 coyotas cada 6 meses, pero actualmente están elaborando de 2 mil a 4 mil paquetes. Además, resaltó, elaboran otros productos, como dulces secos de pitaya, agua fresca de este fruto y salsas, con lo que familias de Sirebampo hallaron un modo de vivir.

La receta de la mermelada de pitaya me la pasó una señora que vivía en la comunidad y empezamos a trabajar y a hacer el producto un grupo de mujeres, pero muchas dejaron de hacerlo porque no se vendía, a mí me fascinó y seguí hasta que nacióla idea de ponerla en coyotas”.

EN RIESGO

Pese a la importancia de la pitaya, esta se ha visto amenazada por la deforestación, los incendios forestales y el cambio climático.

Miguel Ángel Amaya Mata, investigador del Itson y quien participó como ponente en la tercera edición de la Feria de la Pitaya, que se celebró en Sirebampo el 25 y 26 de junio pasado, manifestó la importancia de la preservación de los pitayales.

En los diferentes patrullajes por los pitayales hemosencontrado bastante tiraderoclandestino de residuos; incluso residuos biológicos”, lamentó, “también es evidenteel avance de la zona agrícolay cómo poco a poco le va ganando terreno al pitayal”.

Propuso que se empiece hablar de los riesgos y juntarse universidades, autoridades, comunidades y ONG para tratar la importancia de la preservación.

PARA SABER

Sirebampo es una comunidad con alrededor de 700 habitantes.
En 2011 inició con el proyecto de coyotas de pithaya y un año después, en 2012, ya las estaba comercializando a diferentes partes de la República.
Gracias a la venta del producto se ha dado empleo a mujeres indígenas y también se ha ayudado a la comunidad de Sirebampo con la compra de la pitaya que se produce.
La localidad de Masiaca está situada en el Municipio de Navojoa y cuenta con alrededor de mil 500 habitantes.
Apicultores calculan que quedan unas 3 mil hectáreas de pitaya.
De 2018 al 2019 se deforestaron unas 800 hectáreas.

Fuente: Jesús Palomares