A 15 años de eliminar los aportes de aguas residuales del 80% de la población local a la bahía de Guaymas, la zona costera todavía tiene cinco fuentes de contaminación que originan un deterioro en la calidad del agua.
A principios del 2000, el 80% de las aguas negras que se vertían de forma directa a la bahía de Guaymas, a la altura de la calle 20, fueron conducidas a la zona conocida como La Salada, para aterrizar el proyecto Escala Náutica y el Nuevo Malecón Turístico.
En el Sur de la ciudad se construyó una laguna de oxidación que tenía como propósito concentrar la totalidad de las aguas residuales para después someterlas a un tratamiento primario que ha causado una disminución en el oxígeno disuelto del lugar, lo que afecta la vida acuática.
Los estudios realizados hace cinco años, en la bahía local, por el Centro de Investigaciones Biológicas, revelaron que los niveles de contaminación ambiental estaban por encima de lo permitido por la norma, mostrando un deterioro importante en algunos puntos, entre ellos La Salada.
El coordinador del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, José Alfredo Arreola Lizárraga, informó que los derrames de sedimentos por aguas residuales urbanas en la costa local han aumentado por el crecimiento en la población.
Subrayó que en pleno siglo 21, la bahía recibe aportes importantes en La Salada, el Parque Industrial o Paraje Viejo, Río Escondido, entre San Bernardo y el Rastro, y Estero Bacochibampo, en el área de Miramar.
LO MÁS PREOCUPANTE
El doctor Arreola Lizárraga explicó que una parte de las aguas negras que llegan al estero se disuelve con el mar y otra continúa su camino hasta el balneario público, que es uno de los visitados en Guaymas y San Carlos.
"El Estero Bacochibampo recibe aguas residuales con cargas bacterianas y según datos oficiales de la Coesprisson (Comisión Estatal de Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de Sonora) los niveles de enterococos están al límite, por lo que deberían realizarse con más frecuencia", consideró.
De acuerdo conla Norma Oficial Mexicana, indicó, el límite permitido es hasta 200 enterococos por cada 100 mililitros de agua.
Entre más carga bacteriana, el riesgo en la salud pública de los bañistas se incrementa, por eso debe revisarse, analizarse y atenderse principalmente este problema en la playa pública, que es un espacio de recreación para las familias", apuntó.
SÓLO CAMBIÓ DE SITIO
Recordó que anteriormente se depositaban las aguas negras a la bahía, sin recibir tratamiento, lo que provocó su azolvamiento, a lo que se buscó solución al iniciar el año 2000 para construirse la Escala Náutica y el Nuevo Malecón Turístico.
"El hecho de que se eliminarán las descargas en el Malecón, no resolvió el problema del todo, porque ahora se dirigen a La Salada", señaló.
Al conducir el drenaje que se genera en Guaymas al Sur, expuso, causa fugas en diferentes puntos por lo alto en su orografía.
"Hay vida marina en La Salada, pero se han registrado cambios desde que iniciaron las descargas urbanas y para revertirse ese daño, se ocupa trabajo y una gran inversión, por ello más vale prevenir", enfatizó.
Agregó que el último estudio se realizó hace 5 años, por lo que se requiere hacer una evaluación del estado actual de los ecosistemas costeros.
"Tenemos por un lado el Estero El Soldado que es un Área Natural Protegida y por otro la laguna de La Salada, que se encuentra a unos cuantos kilómetros de distancia, lo ideal es no arrojar aguas residuales al mar, cuidar el entorno porque el no hacerlo, representa perder servicios, espacios de recreación, materia prima y alimentos", finalizó.
Fuente: Imparcial.