“Es formidable tener finalmente una señal de que todavía hay una actividad sísmica en Marte”, dijo en un comunicado Philippe Lognonné, investigador del Instituto de Física de la Tierra de París.
El sismógrafo fue colocado en Marte el 19 de diciembre del año pasado por medio de un brazo automático de la sonda InSignt.
Y pese a que el sismo fue débil y no logró proveer datos útiles acerca del interior del planeta, sí marca el nacimiento de una nueva disciplina de estudio: la sismología marciana. Con información de AFP.
Fuente: Imparcial.