María Félix vivió ahí hasta los 11 años. Sus padres decidieron emigrar de la región en busca de nuevas oportunidades de trabajo. Llegaron a Guadalajara donde su padre, Bernardo Félix, fue nombrado jefe de la Oficina Federal de Hacienda por el presidente Álvaro Obregón.
En fecha reciente la vivienda fue remodelada tras haber funcionado durante muchos años como el Museo María Félix y hasta hace poco como hotel que rentaba cada habitación hasta por tres mil pesos al día.
Hoy está a la venta a cargo de la empresa Alamos Realty que solo ofrece información si comprueba que se es un comprador real.
Debido a que poco se sabe acerca de las anécdotas que María de los Ángeles Félix Güereña tuvo en dicha casa, los guías de turismo sólo muestran el exterior e informan que permaneció abandonada de 1925 hasta que en 1950 el hermano mayor de la Diva del cine mexicano se la vendió a la estadunidense Lynda R. Barondes que a la muerte de la artista, en 2002, la convirtió en museo.
En 1953, la protagonista de películas como “Doña Bárbara” (1943) y “Tizoc” (1956), entre otras, viajó a Álamos para tomarse una foto justo en la fachada de la casa y misma que se publicó en la edición especial que la Revista Clío le dedicó a su trayectoria.
Cuando un periodista entrevistó a María Félix, le dijo que ella pudo haber nacido en cualquier parte, pero ella respondió: “No, tú te equivocas, yo he de haber nacido en Sonora, en mi tierra de Álamos, con mis montañas y con mi aire”.
En la actualidad, la fachada de la casa de María Félix luce descolorida y con poco mantenimiento. Un árbol de bugambilia cubre sus paredes y está rodeada de plantas. En una ventana enrejada yace una maceta sin flores. Del lado derecho, en el Callejón María Félix Güereña, la construcción que hace varios años adquirió un canadiense, luce un aspecto moderno.
Fuente: La Jornada.