Tecnología

El éxito del Watch y los AirPods son el futuro de Apple.

El futuro de Apple no está en el iPhone, está en la constante búsqueda por hacer la tecnología cada vez más pequeña. El Watch y los AirPods son el mejor ejemplo del camino que está tomando la compañía de cara a sus próximos 20 años.

La entrevista de Tim Cook con Jim Cramer en CNBC ha dado mucho de si, con una serie de datos interesantes por parte del CEO de Apple sobre algunos de los productos que, históricamente, no han dado cifras de ventas agregados a diferencia de iPhones, iPads o Macs.

En particular la división de wearables. Desde que se lanzó el Apple Watch la compañía no ha revelado unidades vendidas, lo mismo sucede con los AirPods, pero Cook ofreció un dato importantísimo que pone da una mejor perspectiva del futuro de la compañía.
“Los ingresos por wearables ya son 50% más que el iPod durante las épocas que más se vendieron". Aquella época fueron entre 2007 y 2008, cuando el Nano, Shuffle y Touch estaban en el mercado. Fue en el primer trimestre fiscal de 2008 —que reporta ventas de navidad en 2007— cuando Apple llegó a generar dos mil millones de dólares en ventas por el dispositivo.

El número nunca se superó, pero fue la transición con el iPhone, que canibalizó sin piedad al reproductor de música y se convirtió poco después en el producto más vendido de la historia de Apple, superando con creces cualquier tipo de expectativa interna o del la industria en general.

De hecho los ingresos totales de 2008 son ínfimos comparados con lo que Apple reporta en años recientes. Aquel año la compañía acabó con unos 37.500 millones de dólares en ganancias, mientras que aún sin cerrar el periodo fiscal de 2018, tendrán el mejor año de su historia con unos 265.600 millones de dólares en ganancias.
El iPod tardó unos siete años en llegar a su punto más alto de ventas, desde que fue introducido por Steve Jobs en 2007. El Apple Watch apenas tiene cuatro años y medio en el mercado, los AirPods dos, aún así ya generan 50% más.

También explicó que el Watch y los AirPods, cada uno, ha generado entre cuatro y seis veces más ventas que el iPod hizo en el mismo periodo de tiempo desde su lanzamiento. Nada de esto es casualidad.
Parte fundamental del éxito de nuevos dispositivos de Apple tiene que ver con su software y no con el hardware. No hay que restarle importancia a la facilidad de configuración, integración y sincronización entre ellos. Comprar unos AirPods implica un proceso de configuración de unos 10 segundos y una vez emparejado se configura automáticamente con el resto de dispositivos de la marca que el usuario tenga.

Así mismo tener un Apple Watch implica sincronización sin configuración previa con un iPhone. La integración de servicios como Apple Music, iTunes o la disponibilidad de aplicaciones a través de todos los dispositivos de la marca sin hacer compras repetidas hacen que el valor agregado del dispositivo aumente a medida que pasa el tiempo.

Prefiero tener un Pixel con iOS que un iPhone con Android, prefiero un portátil Huawei con macOS que un MacBook con Windows, y es porque el valor agregado que ofrecen los servicios y el software de Apple no tiene paralelo.
Al final el hardware es un soporte para todas las cosas que la compañía está haciendo. Sumado a que los dispositivos cada vez son más invisibles, con pantallas con marcos cada vez más delgados y volumen total cada vez menor, la miniaturización hace que el dispositivo desaparezca y solo quede una pantalla donde toda la interacción se enfoca en el software: el sistema operativo, la interfaz gráfica y las aplicaciones.

Los wearables son el mejor ejemplo de cómo el hardware va desapareciendo a favor de los servicios que ofrece y el futuro de Apple, con o sin iPhone.

Fuente: Hipertextual.