Juan Pablo Duch, corresponsal
20 de noviembre de 2024 07:02
Moscú. Horas después de que Rusia sufrió, en un territorio reconocido internacionalmente como parte suya, el primer ataque de Ucrania con misiles de largo alcance Atacms, de fabricación estadunidense, agresión que se produjo cuando la guerra fratricida que enfrenta a estos dos pueblos eslavos cumplió mil días, el presidente Vladimir Putin promulgó el decreto que fija, desde ayer, la entrada en vigor de la renovada doctrina nuclear rusa.
En opinión de expertos, esta doctrina deja abierta la puerta a que Rusia pueda invocar un fundamento legal si, por una razón u otra, considera necesario recurrir a su arsenal atómico.
Porque, a juicio de quienes han estudiado a fondo el texto del decreto presidencial, sus formulaciones son los suficientemente ambiguas para que quede un amplio margen a la interpretación de la única persona que está facultada para decidir si llegó el momento de dar la orden de activar la respuesta nuclear: el titular del Kremlin, Vladimir Putin.
Rusia, por ejemplo, podría estimar que su doctrina le permite recurrir a las armas nucleares para repeler un ataque incluso con armas convencionales o drones que representen una amenaza crítica a la soberanía y/o integridad territorial de Rusia y Bielorrusia, su aliado, pero –comentan– no define qué entiende por amenaza crítica ni cuántos drones o misiles convencionales tienen que ser lanzados al mismo tiempo para merecer una respuesta nuclear.
La doctrina renovada, que reemplaza a la promulgada en 2020, establece que se va a considerar un ataque conjunto la agresión de un país que no tenga armas atómicas que reciba el respaldo de una potencia nuclear, implique o no ese apoyo su participación directa en el conflicto.
Fuente: la jornada