Cultura

Hemeroteca nacional: 80 años de preservar la memoria de México

En Servicios de Información, departamento distribuido a lo largo de todo el edificio principal y anexo de la HNM, se encargan de acercar el contenido de las publicaciones a las necesidades de la población.

la redacción
03 de septiembre de 2024 17:23
¿Has imaginado tener en tus manos un periódico de hace 300 años?, ¿leer cómo se contaban las noticias antaño o saber de qué hablaban las revistas del siglo pasado? Esto es posible gracias a la Hemeroteca Nacional de México (HNM), que este 2024 celebra 80 años de preservar y proporcionar acceso a publicaciones periódicas que conforman la historia testimonial del territorio.

“Es una institución viva, dispuesta a compartir la memoria hemerográfica. El pulso de la información generada en el país se resguarda con mucha precisión y cuidado entre estos muros”, comenta María Andrea Giovine Yáñez, directora del Instituto de Investigaciones Bibliográficas (IIB) de la UNAM, de la Hemeroteca y la Biblioteca nacionales de México.

Con ocho millones de ejemplares impresos –equivalentes a 32 kilómetros lineales– y cerca de 20 mil en formato digital, es una de las entidades más importantes para la república mexicana.

“Se trata de un patrimonio que significa orgullo. Aquí se investiga y reconoce lo que pasó hace tres siglos, cuáles fueron los principales acontecimientos y cómo, a partir de ellos, se han generado saberes que ayudan a mejorar como sociedad y a buscar la democracia y la verdad”, expone Ana Laura Peniche Monfort, coordinadora de la HNM.

Resguardar el pasado y mirar hacia el futuro

La historia de este recinto se remonta a noviembre de 1867, cuando se expidió el decreto presidencial para la creación de la Biblioteca Nacional de México (BNM). En ese momento ya se contaba con una colección de material sobre prensa.

En 1929, la BNM quedó bajo administración de la UNAM. Posteriormente, en 1944, cuando José Vasconcelos era su director, se fundó la HNM como una institución a cargo de conservar, difundir y prestar a la población periódicos y revistas.

“En otros países los fondos hemerográficos están asimilados a las bibliotecas nacionales como una sección. En México tiene un espacio propio, se le ha dado un realce especial que originó una serie de estudios muy especializados”, apunta la directora del IIB.

Durante sus ocho décadas, la HNM se ha renovado para adaptarse a las necesidades de un mundo cada vez más tecnológico. Es así como, en 2012, surge el proyecto: Hemeroteca Nacional Digital de México (HNDM).

“Se planteó digitalizar la colección de microfilms que se tenía, alrededor de 12 mil. Obtuvimos una gran cantidad de publicaciones en su versión electrónica. A partir de 2016 se emprende un camino que nos lleva a que, en 2022, comencemos a subir imágenes a color, con alta resolución, metadatos y OCR embebido”, explica Ana Laura Peniche.

Sus más de ocho millones de imágenes digitalizadas, correspondientes a más de mil títulos, han posicionado a la HNM como una de las plataformas de prensa más relevantes de América Latina. Ello le permite a la sociedad, tanto dentro como fuera de México, tener acceso a una gran cantidad de información.

La coordinadora enfatiza que estos 80 años han dado pie a una adaptación constante y a “una nueva manera de entender la noticia, estudiarla y ponerla a disposición de la población en general”.

El trabajo realizado en este recinto se divide en cinco departamentos:

El primero es Adquisición, donde reciben cerca de 100 mil ejemplares al año vía el depósito legal, que obliga a todos los editores del territorio a entregar dos materiales impresos y uno digital de cualquier divulgación realizada (“ello nos resulta vital, porque salvaguarda lo relacionado con la propiedad intelectual y el derecho de autor”, señala María Andrea Giovine). También ahí se generan registros catalográficos, es decir, descripciones de las principales características de cada publicación.

Catalogación es otra de las áreas, en ella se elabora un inventario riguroso y se detalla de forma específica la documentación. Por su parte, en Preservación y Reprografía se realizan procesos de conservación, estabilización de los ejemplares deteriorados y su posterior digitalización.

En Servicios de Información, departamento distribuido a lo largo de todo el edificio principal y anexo de la HNM, se encargan de acercar el contenido de las publicaciones a las necesidades de la población.

Por último, en Sistematización Hemerográfica se hacen colecciones temáticas y compendios, o índices que conllevan un análisis definido para hallar datos precisos sobre temas de interés.

Acceder a 300 años de historia

La HNM se conforma de dos fondos: el Reservado, que abarca de 1665 a 1916, y el Contemporáneo, el cual va de 1917 a la fecha. Cada uno se divide en colecciones que responden a una tipología documental (como periódicos, revistas, diarios oficiales o historietas) o territorial (de todos los estados de México y de más de 50 países del mundo); ambos están organizados en orden cronológico. La diversidad de temas para consultar va desde lo político y científico, hasta lo artístico y deportivo.

“Tenemos publicaciones, por ejemplo, de España y Estados Unidos, con los que guardamos relación en varios sentidos. Pero también contamos con una colección importante de organismos internacionales que reflejan, a través de boletines, revistas y folletos, todos los acuerdos bilaterales o entre muchos territorios”, plantea Ana Laura Peniche.

La HNM también preserva una de las colecciones más importantes y grandes de historietas nacionales y extranjeras de América Latina. Entre los títulos mexicanos están La familia Burrón, Los Supermachos y Memín Pinguín. Los cómics extranjeros traducidos al español, sobre superhéroes de Marvel o DC, también constituyen el acervo. “Hoy estamos tratando de conformar una subcolección de mangas, provenientes, en su mayoría, de Japón”.

De los aspectos que hacen evidente la necesidad y relevancia de la HNM es que en este espacio pueden revisarse tanto noticias actuales como de hace tres siglos. La publicación nacional más antigua corresponde al primer periódico del país: La Gaceta de México, en versión digital desde 1722, y en original impreso, a partir de 1728. Entre los documentos extranjeros el más viejo data de 1665, se trata de la revista científica francesa Journal des sçavans.

Otra de sus virtudes es que ha desarrollado herramientas que facilitan el acceso a la información y ahorran tiempo a las y los usuarios. Por un lado, está el catálogo NAUTILO y la nueva plataforma PRIMO, con descripciones hemerográficas para hallar rápidamente publicaciones, y por el otro está el Sistema de Índices Hemerográficos (SIHENA), que hace un compendio de las principales noticias de la prensa nacional ordenadas en colecciones temáticas que ayudan a ubicar temas, épocas y permite localizar títulos o información específica.

En la HNDM puede realizarse una exploración por palabra, tema, temporalidad y ubicación geográfica para, posteriormente, solicitar títulos o días concretos.

Ocho décadas de trabajo

Con motivo de su aniversario número 80, María Andrea Giovine hace un llamado a la sociedad para reconocer el valor y legado de la Hemeroteca Nacional, que cada año tiene la satisfacción de recibir a más de 30 mil personas, de forma presencial, y de atender a cerca de 130 mil de manera virtual.

“En un momento en que la información es volátil y muchas veces superficial, los fondos resguardados aquí y nuestro compromiso con el derecho a la información y el patrimonio, son de suma relevancia. Nos apasiona trabajar en ello para transmitírselos”.

La directora finaliza invitando a la población a las actividades y exposición realizadas para conmemorar a la HNM, con lo que pretenden realzar la importancia de su trayectoria, vigencia y proyección a futuro. Para conocer más sobre estos eventos consulta las redes sociales del IIB: @BiblioNacMex_HemeroNacMex_IIBUNAM o @IIBUNAM.

Por su parte, Ana Laura Peniche refrenda el orgullo que les representa cumplir ocho décadas de trabajo y dedicación, las cuales han sido posibles gracias a la UNAM. “La Universidad cobija esta institución y, junto con el saber de la planta académica y administrativa, nos ayudan a seguir adelante y a producir todo lo que necesitamos”.

Fuente: la jornada