En pleno infierno de Toluca se le acabó el oxígeno a Pumas. Los felinos perdieron 2-1 ante los escarlatas que se llevaron la victoria sobre el final del juego en un duelo vibrante y de polémicas arbitrales.
Gracias a las constantes llegadas, el encuentro motivó a los aficionados, en especial a los escarlatas que presumen intacto el invicto de los Diablos Rojos en casa esta temporada.
El árbitro Marco Ortiz fue protagonista en el duelo pues anuló dos goles, uno a Pablo Barrera porque supuestamente el balón había salido al momento del centro y uno más a Enrique Triverio por fuera de lugar en el segundo tiempo.
Aún así hubo más anotaciones para la afición que llenó el inmueble con más de 25 mil personas.
Primero pegaron los Pumas con un autogol de Paulo da Silva que no pudo evitar el rebote del balón cuando Talavera despejó un centro de Barrera.
Antes de acabar el primer tiempo, el técnico Hernán Cristante fue expulsado del juego por discutir con el árbitro, quien le pedía que no se dirigiera a los jugadores rivales.
Ya desde la tribuna, el técnico argentino fue testigo del empate en un tiro de esquina cuando Enrique Triverio remató el centro a las redes. En el festejo mostró una leyenda dedicada a su madre y fue amonestado.
Luego llegó una segunda jugada polémica, Javier Cortés mandó un centro que ya había superado a Da Silva y que dejaba solo a Britos, pero el zaguero paraguayo mostró el colmillo y con una barrida desequilibró al delantero, quien se fue al suelo.
De inmediato la afición, cuerpo técnico y jugadores felinos reclamaron el tiro penal pero Ortiz no lo concedió.
Y en los últimos minutos llegó el tanto de Uribe quien con un disparo colocado por el centro batió a Alejandro Palacios para dejar la pizarra 2-1.
Toluca llegó a 20 unidades en la Liga MX, alcanzó a los universiatrios y se mantiene en puestos de liguilla; mientras que los felinos tendrán que resguardarse en CU para buscar puntos que les aseguren la festa grande, la próxima semana reciben a Tigres.