Juan Manuel Vázquez
22 de agosto de 2024 08:06
Todos los boxeadores temen al retiro. Lo han confesado a lo largo de la historia de este deporte fiero y basta recordar las biografías de quienes se resistieron a abandonar el oficio y sólo se marcharon cuando el cuerpo ya no les permitió mantenerse en pie. Floyd Mayweather pertenece a otra estirpe, vive su jubilación como ha sido su vida entera: con los guantes puestos y ganando millones.
Pelear es mi naturaleza, dice el estadunidense, quien volverá pasado mañana al cuadrilátero en la Arena Ciudad de México para enfrentar a John Gotti III.
Para mí es tan natural como despertar y desayunar. Seré un peleador hasta el último respiro de mi vida y lo seguiré siendo, no importa quién esté enfrente, puede ser Pacquiao o cualquier otro, eso no me importa, expresa quien nunca fue derrotado en los 50 combates que tiene registrados hasta el momento.
Esto es mi retiro y mi futuro es la próxima pelea, remata apuntando con el índice a su alrededor, como si tener que recordarlo fuera un absurdo ante el peso de lo obvio.
Nada parece sacarlo de su aspecto melancólico, de ojos tristes y semblante serio, es un hombre de pocas sonrisas, hasta que tiene que recordar a sus interlocutores la evidencia de su grandeza. Entonces, sonríe; no se sabe si de hartazgo o de alegría ante todo lo que ha conseguido.
Siempre he sido el mejor boxeador de la historia, no importa cómo se cuente, esa es la realidad, afirma sin rubor. Y cuando habla de su dimensión en el pugilismo, no le importa hacer a un lado nombres míticos como Muhammad Ali, Mike Tyson, Sugar Ray Leonard, Marvin Hagler o Archie Moore.
Desde su apreciación, nadie tiene los números que él acumula en una trayectoria de 28 años como profesional, en los que amasó una fortuna incomparable. Fue campeón mundial en cinco categorías. Y su mayor orgullo es que nunca fue derrotado; de ahí proviene la seguridad con la que afirma ser el mejor de todos.
Ali es una leyenda y abrió el camino para que yo esté donde estoy, contó hace unos años a la cadena ESPN; no obstante, si hablamos de récords, Ali perdió su título mundial contra un peleador que sólo llevaba siete combates. Me quito el sombrero, pero no le di 40 años a este deporte para decir que hay otro que sea mejor que yo.
Es cierto, Mayweather enfrentó a los mejores y más famosos de su época. Si se pusiera una hilera de dominó caerían todos los nombres más importantes de una era en reacción en cadena: Manny Pacquiao, Óscar de la Hoya, Diego Corrales, Shane Mosley, Arturo Gatti, Miguel Cotto, el mexicano Juan Manuel Márquez y hasta un peleador de UFC como Conor McGregor.
Biografía con raíces mexicanas
Para los mexicanos tiene un matiz muy especial que toca en lo profundo y con muchas raíces. El Money fue el primero que derrotó a la estrella en ascenso Saúl Canelo Álvarez, en una pelea que dejó expuesto al tapatío como un boxeador que aún no estaba listo para un compromiso de esa magnitud. También tuvo su prueba más difícil ante el sonorense José Luis Castillo, quien para muchos merecía la victoria en el primero de sus dos combates.
De modo que los mexicanos tienen un significado profundo ligado a su biografía. Más allá de los que ha enfrentado en su carrera, persiste el recuerdo de Julio César Chávez, quien derrotó a su tío y mentor Roger Mayweather. Aquellas derrotas las sufrió como si se las hubieran propinado en carne propia.
A los Chávez los derroto juntos con una sola mano
Tal vez ahí radica el humor cuando le preguntan si pelearía ante Chávez en una exhibición y responde:
–¿Cuál Chávez, el padre o el hijo? ¿Ambos? Puedo derrotarlos juntos con una sola mano. Incluso sin manos los vencería –bromea Mayweather, al tiempo que deja entrever la raíz de su credo.
El boxeo mexicano tiene linaje y ha sido un ejemplo en mi vida desde que soy niño. Ha estado en mi carrera y sus peleadores son de los mejores en el mundo, agrega Mayweather.
Para el sábado espera avivar la pasión que ha experimentado cuando el público mexicano fue el rival. Ahora espera tenerlo de su lado cuando enfrente a John Gotti, con quien peleó hace un año.
Los antecedentes deportivos de Gotti provienen de las artes marciales mixtas, apenas en 2020 se mudó al boxeo. Su herencia sanguínea, en cambio, está instalada en un apellido de dudoso abolengo, es nieto del jefe de la mafia John Gotti, acusado de organizar el asesinato del capo Paul Castelano en 1985 para hacerse del mando de la organización de los Gambino. Una biografía como guion de Martin Scorsese.
Hace años, cuando empezaba en las artes marciales mixtas, Gotti comentó que su apellido era una realidad imborrable: Mi padre y mi abuelo son parte de mí. Pero este es un camino diferente que estoy tomando. Nadie en mi familia se dedicó a los deportes a este grado o se convirtió en un atleta profesional. Nunca tomaron esa dirección, así que voy por un rumbo completamente diferente.
Una forma de vida
Su padre –también llamado John Gotti–resumió ayer el espíritu de la familia: Somos peleadores y peleamos contra quien tengamos enfrente. No importa si es el gobierno, siempre vamos a pelear por lo que creemos.
Mayweather, el hombre que se asume como el mejor en la historia del boxeo, y Gotti III, el heredero de un apellido maldito, pelearán porque coinciden en algo sustancial: pelear es lo único que entienden como forma de vida.
Fuente: la jornada