Kevin Aragón / El Sol de México
Seis artistas visuales recibieron la Medalla Bellas Artes, el máximo galardón artístico que se otorga en nuestro país, dos correspondientes al año 2023 y cuatro a 2024.
En la ceremonia de entrega, Lucina Giménez, directora general del INBAL, destacó especialmente las trayectorias del muralista Guillermo Ceniceros y el artista conceptual Carlos Aguirre.
Guillermo Ceniceros, de 85 años de edad, es el autor de dos murales emblemáticos en el Metro de la Ciudad de México: “El perfil del tiempo”, que se encuentra en la estación Copilco, y “Del códice al mural”, en la estación Tacubaya. Alumno de David Alfaro Siqueiros, a quien ayudó en al menos siete murales, Ceniceros también tiene pinturas de caballete y su trabajo resalta por la exploración geométrica, abstracta, realista y figurativa. Sus obras se encuentran en Estados Unidos, Canadá, Chile y Yugoslavia.
“Cuando pienso en la trayectoria y la vida cotidiana de Guillermo Ceniceros se me viene a la mente un concepto: Geometría del espíritu… En Ceniceros no se trata de un ejercicio narcisista de concebirse a sí mismo como personaje, sino como cronista de la curiosidad que empuja al creador hacia diferentes senderos”, expresó el escritor José Ángel Leyva, durante la entrega.
Por su parte, Carlos Aguirre, de 76 años, es reconocido como uno de los artistas conceptuales más prolíficos en la actualidad, en cuyas obras echa mano del uso mixto de los recursos del dibujo, la pintura, la escultura, la instalación y la fotografía. Con más de 100 exposiciones, colectivas e individuales en México y el extranjero, su obra se caracteriza por la combinación de procesos industriales y artísticos, con conceptos relacionados con la crítica histórica, social y política. En la década de los 70 fue miembro del colectivo Proceso Pentágono, pioneros del arte conceptual en nuestro país.
“En las líneas temáticas que caracterizan su trabajo aparece su dote artístico y preocupación social heredada esta última de la Generación de los Grupos (que pretendían llevar el arte a la vida cotidiana), clara actitud compartida y comprometida con el arte y el entorno político que este produce” dijo el arquitecto Felipe Leal, presentador de Aguirre, quien se confesó conmovido, pues jamás pensó en recibir este galardón.
También se reconoció al artista de origen holandés Jan Hendrix, nacido en 1949, quien en 1978 decidió establecer su taller en México, donde se ha desarrollado la mayoría de su obra, que celebra la naturaleza y su interacción con el ser humano, a través de diversos materiales, en distintas escalas, que ha colaborado con arquitectos importantes, como Teodoro González de León o Ricardo Legorreta.
MIRADAS DE MUJERES
También se premiaron las trayectorias de mujeres como la fotógrafa Yolanda Andrade (1950), reconocida por la documentación de la vida popular nacional y del inicio del movimiento feminista y LGBTQ+ en la Ciudad de México. Formada en diversas escuelas, entre ellas la Visual Studies Workshop, en Nueva York, su obra se caracteriza principalmente por el blanco y negro, técnica que desarrolló de 1973 hasta 2003.
“En las líneas temáticas que caracterizan su trabajo aparece su dote artístico y preocupación social heredada esta última de la Generación de los Grupos (que pretendían llevar el arte a la vida cotidiana), clara actitud compartida y comprometida con el arte y el entorno político que este produce” dijo el arquitecto Felipe Leal, presentador de Aguirre, quien se confesó conmovido, pues jamás pensó en recibir este galardón.
También se reconoció al artista de origen holandés Jan Hendrix, nacido en 1949, quien en 1978 decidió establecer su taller en México, donde se ha desarrollado la mayoría de su obra, que celebra la naturaleza y su interacción con el ser humano, a través de diversos materiales, en distintas escalas, que ha colaborado con arquitectos importantes, como Teodoro González de León o Ricardo Legorreta.
MIRADAS DE MUJERES
También se premiaron las trayectorias de mujeres como la fotógrafa Yolanda Andrade (1950), reconocida por la documentación de la vida popular nacional y del inicio del movimiento feminista y LGBTQ+ en la Ciudad de México. Formada en diversas escuelas, entre ellas la Visual Studies Workshop, en Nueva York, su obra se caracteriza principalmente por el blanco y negro, técnica que desarrolló de 1973 hasta 2003.
“(Esta medalla) será seguramente un estímulo para Yolanda Andrade, como siempre lo ha hecho en el propósito de ampliar su mirada para aportar lo mejor de la sensibilidad femenina y masculina. Y mostrar la riqueza de una mirada andrógina a quienes admiren sus fotografías”, dijo Adriana Castillo, al presentar a la fotógrafa, que agradeció el público y al jurado.
De igual modo, se premió la visión de la artista contemporánea Magali Lara, nacida en 1956, quien en la última década ha tenido una mayor proyección en México y el extranjero. Su obra, caracterizada por el uso del concepto, se ha centrado en la discusión del cuerpo y lo femenino, a partir de distintos soportes artísticos y el discurso personal, manteniéndose al margen del discurso oficial.
“Contar su vida a través de la intersección de frases fue el primer paso para que hablara de los tabúes y secretos obtenidos por las estructuras del poder que se ejercen desde la familia. Su voz es la protagonista de la historia”, señaló la historiadora del arte Pilar García
Otra fotógrafa reconocida fue Lourdes Almeida, nacida en 1952, considerada una de las lentes maestras de la fotografía experimental, con exposiciones en México, Estados Unidos, Europa y Asia. Entre su obra destaca su proyecto “Retrato de familia”, realizado entre 1992 y 1994, en el cual hizo un recorrido visual por las realidades de las familias mexicanas, a través de 150 imágenes, que se publicaron en un libro, proyecto que está por actualizarse con el lanzamiento de un nuevo tomo.
Fuente: sol de México