24 años han pasado. Desde los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, aquellos marcados por la ausencia de un más que prometedor (y tanto que lo fue) Pau Gasol y la convocatoria de Johnny Rogers, España no quedaba fuera tan pronto en una cita olímpica. En la fase de grupos, en esta ocasión de cuatro equipos, cosa que rompe la tradición, y ante tres potencias como Canadá, Australia y Grecia.
No es ni equivalente la eliminación a aquella de Sidney. En Australia, esa España que dirigía Lolo Sainz solo ganó un partido (a Angola) y el batacazo fue notable viniendo de una plata continental en Francia 1999. En París, o más bien el Pierre-Mauroy de Lille, la situación es diferente. España ilusionó tras tumbar a Grecia, pero no fue suficiente.
España ha vivido un verano de finales. Ya un premio (o una gran victoria) fue el Preolímpico de Valencia, en el que derrotaron a Finlandia y Bahamas. "Es como ganar un campeonato", reconoció en aquella ocasión Sergio Scariolo, seleccionador nacional, en La Fonteta de Valencia. Los Juegos, otra historia. Se pasó del golpe de Australia, a la ilusión y otro desenlace duro contra una Canadá que tiene 'tomada la medida' a España.
La villana
No somos el equipo de antes, no podemos gestionar jugadores y recursos
La Canadá de Jordi Fernández es la villana de esta historia. Lo fue, primero, en el Mundial de Indonesia, Filipinas y Japón. España entregó su cetro mundial al ser remontada por los de la 'hoja de arce' y no poder tener un milagro en el triple final de Álex Abrines. Era diferente a Lille, porque las dos se la jugaban tras aquella primera caída contra la sorprendente Letonia.
En los Juegos, otro caso. El talento diferencial ya no está en España, que ve como uno de sus grandes patrimonios, la cita olímpica desaparece entre sus dedos. "Ya no somos el equipo de antes. Tenemos que ir siempre a por todas, y no podemos gestionar recursos o jugadores", cuenta, en más de una ocasión, Scariolo. Es la realidad.
¿Y ahora qué?
Queda una pregunta por resolver: ¿y ahora qué? El relevo generacional ya llegó. Rudy Fernández, leyenda absoluta, se retira en Lille y el paso a los nuevos referentes es lo que toca. El EuroBasket (al que todavía hay que clasificarse) es el siguiente paso. Allí defenderán un título milagro, el último gran alegrón del equipo de los imposibles.
Debemos conscientes de nuestra nueva realidad competitiva
Sergio Scariolo
"Debemos ser conscientes de nuestra nueva realidad competitiva", reflexiona Scariolo. Es el mensaje de un equipo que vuelve, 24 años más tarde, a un punto de partida de cambio. La época gloriosa, la mejor de sus (nuestras) vidas es pasado. De hecho, con Rudy y su retirada ya no queda ningún campeón en activo de aquella maravilla de Saitama en 2006.
Fuente: Marca