Tecnología

Si queremos móviles más baratos la solución no está tan lejos: renunciar a lo que no necesitamos

Los móviles están cargados de, cada vez, más funciones. Quizás no necesitemos tanto

Ricardo Aguilar

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Esta semana he podido analizar el CMF Phone 1, un teléfono que me ha hecho reflexionar bastante acerca de qué necesito en un móvil, y a qué se podría renunciar para abaratar costes de futuros teléfonos. Vaya por delante que soy usuario de gama alta, amante de la fotografía y jugón en el propio móvil, por lo que no soy el target de este tipo de teléfonos económicos.
Sin embargo, los teléfonos de 200 euros son teléfonos de masas. De los usuarios que quieren un móvil para llamar, navegar por internet y hacer alguna foto puntualmente con calidad decente. Durante los últimos años, el mercado ha castigado a este tipo de comprador: por debajo de los 200 euros casi todo es un páramo de procesadores que sufrirán agonía en un par de años, cámaras de bajísima calidad y componentes.
Esto puede empujar a los compradores a apostar por la nueva gama media. Esa que ya ronda los 300/500 euros, y en la que suelo ver algunas características de las que se podría prescindir.

Los móviles de plástico no tienen menor problema. Si están bien acabados, los plásticos presentan importantes ventajas frente al cristal. Resistencia a golpes, roturas, arañazos, mayor facilidad para evitar las huellas... Gran parte de los usuarios acaba poniendo una funda en su teléfono, diluyéndose así las ventajas estéticas que pueda tener apostar por otro tipo de materiales.
La gama media intenta, en ocasiones, acercarse a la gama más premium en materiales. Es una práctica lícita, pero que aumenta considerablemente el coste final.
Cámara ultra gran angular. Este puede ser el punto más controvertido de mi reflexión, ya que depende completamente de los gustos y usos personales. Aquí me baso tanto en mi experiencia como en la de la mayor parte de los usuarios que me escriben y con lo que hablo en mi día a día.

El ultra gran angular es un gran olvidado, hasta el punto de que conozco usuarios que solo lo han usado un par de veces para probarlo. Este sensor siempre es el más pequeño y, por tanto, el más débil del conjunto fotográfico. Una calidad baja que, sumado a que la propia cámara del teléfono ya es gran angular (24mm en la mayoría de móviles actuales), no invita tanto a su uso.
Sistemas de carga ultrarrápida con su correspondiente cargador. En el caso de que la carga rápida sea una de las características estrella del teléfono, considero básico que el cargador se incluya en la caja. No tiene demasiado sentido vender un teléfono con sistema de 240W líder en el mercado y que el comprador tenga que buscarse la vida y comprar el cargador oficial, ya que ningún otro le va a servir para cargar a esa cifra.
En móviles más modestos, con cifras de carga de entre 30 y 70W, la cosa cambia. El estándar Power Delivery suele cumplir de sobra para llegar a estas cifras, y a estas alturas de partido casi todos tenemos por casa un cargador C con potencia suficiente para cargar un móvil humilde.
Lector de huellas bajo la pantalla. Móviles de más de 2.000 euros, como el Samsung Galaxy Z Fold6, montan lector de huellas laterales. Hubo un tiempo en el que la mayoría eran así. Los lectores de huella bajo pantalla son un estándar, pero contar con lectores traseros (para ser así más accesibles tanto a diestros como a zurdos) quizás es una idea que no debimos desechar.
Todos queremos soporte, pero hay factores a tener en cuenta. El soporte también se paga. Tener al fabricante seis años pendiente de un teléfono no puede salir gratis. Todos queremos un móvil que se actualice durante el mayor tiempo posible, o no.
Son muchos los usuarios (no los nerd ni los que andan pendientes del software) que le dan una importancia completamente secundaria a las actualizaciones. De hecho, algunos prefieren que su móvil no se actualice para que "todo siga como antes".
Más allá de esto, hay que tener en cuenta que las actualizaciones no siempre son buenas, y más en móviles que no van sobrados de potencia. Las versiones de Android se desarrollan pensando siempre en el hardware más actual. Actualizar un teléfono con un hardware de hace bastantes años puede salir bien, o puede ser una idea terrible.
Imagen | Xataka

Fuente: Xataka