Victor L. Johnson / El Sol de Hermosillo
Sin hay una persona emblemática del Rock & Roll en Hermosillo, uno que tenga tocando muchos años con la misma banda, que sea conocido por todos los rockeros no solo de la capital sino de todo el estado, que se haya mantenido fiel a sus gustos, creencias y preceptos, sin duda, ese tiene que ser Edgardo Barragán, mejor conocido como el Buchakas.
Un personaje que ha visto cómo la escena local se ha desarrollado y que él en lo personal ha contribuido fuertemente con ella y desde varios puntos de vista, del lado musical siendo el bajista oficial por 35 años junto con Amilcar “Choco” Peñuñuri y Gerardo “Kuicho” López con la banda “Suciedad Discriminada”, una banda que es emblema dentro del Punk Rock hecho en México.
Por otro lado el Buchakas, de 55 años de edad, encontró una forma de subsistir también gracias al Rock & Roll, comercializando artículos de ese género muy diversos, en sus inicios eran casetes, luego CD’s y ahora son camisetas de rock las que vende en su tienda de la colonia San Benito y así lleva más de 30 años con esa actividad, vistiendo y poniéndole en el oído al rockero sonorense el Rock & Roll.
Trae el Rock & Roll en las venas
Su gusto empezó desde casa, ya que su padre oía la música que en esos momentos estaba de moda, como los Beatles, Carlos Santana, los Creedence o Queen y fue como Edgardo comenzó a nutrirse de esa materia prima que se requiere para ir moldeando los gustos de cada quién y luego también en los callejones de la colonia donde vivía, había amigos suyos más grandes que ya oían otro tipo de bandas que le fueron llamando la atención.
“¿Cómo empezó? Pues en la colonia ahí en donde yo vivo, ahí en los callejones escuchaba la raza Rock & Roll, jugando futbol, con grabadoras de los 70 y con los casetes que tienes que cuidar usando una pluma para adelantar y pasar lo que sea, ahí lo conocí en la colonia con los más grandes ahí en los abarrotes. Fue automático, fue algo que ni cuenta me di, solamente nomás me gustó y me clavé, haz de cuenta que yo estaba en la primaria”, relata el “Buch”.
Fue tanta su obsesión con esos sonidos que iba descubriendo que se llevaba de contrabando una grabadora pequeña en la mochila a la escuela, la cual la podía solo usar a la hora del recreo, entonces mientras los otros niños jugaban, él se acostaba sobre su mochila para que la bocina le quedara pegada a la oreja y disfrutaba la música a muy bajo volúmen, pues si lo descubrían sería confiscada con el respectivo regaño incluido.
Ya en la universidad surge otra etapa
Fue casi simultáneo cuando empezó a tocar, aún estaba estudiando, pero luego abandonó los estudios y se puso a trabajar, primero vendiendo platería, buscando el autoempleo antes que enfundarse en un uniforme y trabajar en alguna empresa, eso no le cabía en la cabeza y luego se dio cuenta que en ese tiempo había gente que en unas cajas se iba a las cantinas a vender música, de la norteña o tradicional de estas tierras, por lo que él decidió darle un giro a esa actividad, muy a su estilo.
“Había mucha gente vendiendo esa música y la comercial, tú los veías por todas partes, por el centro y de ahí me nació la idea, de andar con una caja, pero la diferencia que yo traía grupos de heavy y de punk y de todo eso, era lo que vendía y ya en esa cajita también andaban casetes de ‘Suciedad Discriminada’, andaba por el centro, por todas partes vendiendo hasta que ahí me descubrió una tienda en el centro y pues por por mutuo paro me dieron chance de vender mi música en un establecimiento y al mismo tiempo estar ahí yo atendiendo”, recordó.
Después se mudó a las afueras de la Universidad de Sonora del lado de la Escuela de Historia y del Sanborns, ahí ya iba a Ciudad de México y se traía mercancía para vender acá en Hermosillo y duró algunos años vendiendo, recuerda que fue por 1998 y de ahí hasta que sacaron a los vendedores en general y se tuvo que mover unos metros, al camellón de lo que es el inicio del bulevar Navarrete, ahí mismo a unos cuantos metros de donde siempre estaba.
“Después me brinqué a la parada de camiones que estaba afuera del banco y en Mazón, también vendían en las escaleras de la Plaza Zaragoza y en el tianguis del ‘Héctor Espino’ los fines de semana o sea que era vender lo que se pudiera, fueron uno de los lugares que por años y años ahí estuve ahí, también tenía conciertos en DVD”, puntualizó.
Todo mundo lo ubicaba
Gracias a esa actividad y que siempre estaba presente en las tocadas y eventos de rock en la ciudad fue como tomó una popularidad muy relevante, todo mundo sabía quién era, lo ubicaban, buscaban “camarearlo” y así pasaron algunas generaciones de rockeros que le llegaron a comprar un disco o una playera de sus bandas favoritas.
“A veces me da mucho gusto porque a veces me encuentro así que en bares o en tocadas a morros que llegaban de la secundaria con el uniforme, llegaban en bolita morrillos que venían saliendo de la escuela a buscarme por un disquito de punk o algo acá y pues eran morros de 12, 13, 14 años que venían especialmente y ahora ya bien grandes, unos que no han cambiado y están igualitos y así me encuentro mucha gente en la ciudad, esa es una parte también de la lucha, andar en la venta callejera y un tiempo también que era Hermosillo, Guaymas, Obregón y Álamos que iba levantaba pedidos y al otro fin de semana los iba a repartir”, relató.
“Se empezó a correr la onda de que había alguien vendiendo, porque yo los grababa, no los compraba, yo grababa la música en la casa, me aventaba copias de lo mío, pues yo no me ponía a comprar algo para revender, yo usaba mi tiempo, a veces toda la noche para irme al día siguiente, quemando discos toda la noche para llevarle todos sus pedidos a toda esa raza”, aseguró.
Y así con el paso de los años al buen Buchakas lo siguen reconociendo y gente que a lo mejor él ya no recuerda lo detienen para saludarlo y decirle que le compraban discos hace mucho en tal lado y eso le da mucho gusto, en haber colaborado con esa función de difusión del Rock & Roll, porque él recuerda que en sus tiempos se traía de México, si era en español, o de Tucson, si era en inglés, porque en Hermosillo no había casi opciones.
En busca de sus bandas favoritas
Llegó una idea que lo que le empezó a surcar por la mente y era de ir a ver a todas esas bandas que oía continuamente y empezó a salir de la ciudad, al norte a Arizona y al sur a las grandes ciudades como México o Guadalajara y a la fecha ha perdido el número de conciertos a los que ha asistido, no se atrevió siquiera a dar una cifra al tanteo, solo optó por decir que no le pregunten ni por Metallica ni Los Fabulosos Cadillacs, bandas que ya ha visto alrededor de 7 veces a cada una.
“Quería también ver a las bandas que escuchaba, las quería ver en vivo, y empecé a ir a Tucson, en el 85 salí a mi primer concierto, porque me gustan muchas, de diferentes estilos, géneros, épocas, cuando estaba adolescente, pues era Metallica, Mötley Crüe, Iron Maiden, luego empezó el alternativo y en Lollapalooza veías demasiadas bandas, me acuerdo de Social Distortion, Bad Religion y en el D.F Santa Sabina, La Maldita, La Lupita y toda esa ola del rock en tu idioma”, mencionó.
Otras bandas que llegó a ver en vivo y así de manera aleatoria de las que se acuerda, porque no son todas las que ya vio en vivo: Todos Tus Muertos, Los Ramones, Soundgarden, Smashing Pumpkins, The Breathers, George Clinton, Green Day, Beastie Boys, Alice in Chains, Primus, Rancid, Rolling Stones, Black Sabbath, Slayer, Motorhead, Judas Priest varias veces, Megadeth, Soda Stereo, Caifanes y estando en la capital del país se hizo de muy buenos amigos de bandas y músicos de la escena rockera que aún conserva
La Suciedad Discriminada
Una banda que nació un 8 de octubre de 1988 y que este año cumplirán 36 de carrera como banda de punk rock y que se mantienen los tres miembros originales, es La Suciedad Discriminada, que con el paso del tiempo han ido reforzando sus lazos de amistad y ahora son como si fueran familia, un trío que se ha ido de gira por todo Sonora, por todo México y que han salido del país alguna veces a tocar a Boston, Nueva York y también a la República Dominicana.
Han tenido sus pausas y lo que Edgardo considera que ha sido el secreto de mantenerse por más de tres décadas en la escena del rock como emblemas de Hermosillo y de Sonora, es que nunca ha existido una separación de lo que es la banda y sus respectivas actividades profesionales, que tienen los integrantes para sobrevivir y esas pausas han hecho que esto perdurara y relata cómo iniciaron “Los Sucios”.
“Primero fue una canción nada más, yo creo de Trash Metal y nunca continuamos en el género, con todo y que veníamos todos de un rollo del metal verdadero y entonces traíamos muchas influencias del metal de España, de Estados Unidos y el europeo más que todo había mucho de punk rock y muchas bandas, y así fue como poco a poco nos fuimos involucrando en el punk rock y empezamos a tocar, y luego caímos en el punk y luego hardcore bastante tiempo y el hardcore es parte del punk, que es lo que tocamos ahora”, aseguró.
La Suciedad se ha mantenido firme con su postura y los mensajes de sus canciones, pues esa es la ideología de la banda, con ese tipo de mensajes que siempre los ha caracterizado, con cosas muy directas o a veces contando alguna historia, señalando a la política local, u otras historias como contra Salinas o Pinochet y menciona que su línea es la “Política y Rock And Roll”, como la radio comunitaria donde participa con un programa de Punk Rock, "La rebelión de los Fariseos", todos los jueves de 21:00 a 23:00 horas de la noche por el 106.7, que su compañero de la Suciedad Discriminada, Amilcar Peñuñuri, fundó, junto con otras personas en Hermosillo, ya de manera oficial hace 7 años.
Su nueva producción para este 2024
De manera oficial la Suciedad Discriminada lleva dos grabaciones en forma en todo ese trayecto musical, el primero llamado “1988-1995” que fue en casete y el segundo ya en CS se llamó “Larga vida al punk rock 1995-2003” del 2003 y ya están preparan su tercer disco, una producción con 15 temas que se llamará “Ultrapunk” y en este mes de mayo ya están metidos en el estudio grabando el nuevo material, lo cual es realmente poco para tantos años, pero Buchakas comentó que la banda es más bien de tocar en vivo y no tanto de estar creando o grabando, estar en festivales o conciertos es lo que realmente disfrutan más.
Fuente: sol de hermosillo