Ciudad de México. La guitarra es un mediador para viajar en el tiempo, sostuvo el músico Jorge Lechuga; “puedes remontarte al Renacimiento o al Barroco, hasta lo que están creando los nuevos compositores; puede fusionar muchos ámbitos tradicionales y culturales”.
El intérprete realizará el próximo sábado (22 de junio) el concierto Guateque de alebrijes, que se inspira en las coloridas figuras del arte popular mexicano.
En entrevista con La Jornada, el guitarrista destacó que “el instrumento es muy expresivo y se utiliza en todo el mundo y prácticamente en todos los géneros” y en este ocasión interpretará una obra que siente como “un todo que se va armando a partir de pequeñas partes, cada una con su peculiaridad”.
Recordó que Guateque de alebrijes surgió de un viaje a San Martín Tilcajete, en Oaxaca, conocido por sus figuras de madera. Junto con el compositor Lupino Caballero empezaron a “crear algo atractivo para el público, con guitarra: 13 miniaturas con animales endémicos de México, que son el coyote, xoloescuintle, chupamirto, cincuate, teporingo, tlacuache, cacomixtle, tecolote, cenzontle, chapulín y ajolote, y una dualidad que es el diablo y dios” comentó.
“Es bastante curiosa, por ejemplo, la partitura del coyote, si le das la vuelta a la hoja se transforma en el xoloescuintle. Otra peculiaridad es que hay algunas que se pueden tocar juntas: chapulín y ajolote con cincuate. Muchas partes forman un todo, como los alebrijes, en los que muchos colores y formas retorcidas están alineadas para formar seres mágicos”.
Lechuga comentó que antes de cada alebrije recitará en español un poema originalmente en náhuatl, para introducir al público en la esencia de ese animal o de alguna enseñanza que puede tener ahí.
Lupino Caballero entrelaza diferentes técnicas compositivas, melodías y patrones rítmicos, continuó el intérprete; “me gusta mucho porque compone de una manera diferente, entre didáctica y misteriosa; aparte, tienen muchas sorpresas sus obras. Se le ocurre una idea y puede plasmarla de una manera diferente e innovadora en el papel y en la música misma”.
También añadió: “toco una ocarina para hacer el aullido del coyote, con las manos hago efectos de sonido, utilizo coyoles en los pies para el cincuate, un popote para asemejar el canto del cenzontle, mientras la mano en el lado izquierdo de la guitarra va haciendo distintas figuras rítmicas y melódicas”.
Reseñó que “el cacomixtle es un animal nocturno, entonces, el tema habla sobre la noche y es un poco oscura la introducción. La melodía es como misteriosa. Siento que se van uniendo muchas sensaciones y emociones porque estoy interpretando la esencia de ese animal. Transmitirla a través de una pieza al público es el reto, que la gente pueda cerrar los ojos e imaginarse cómo va arrastrándose la cincuate o el chupamirto”.
Concluyó: “Para mí es una forma de ir armando el rompecabezas, de ir jugando con los colores, timbres y los recursos que tengo para ir creando una atmósfera, una idea concreta o imaginativa y que el público pueda percibir lo que estoy externando a través de la guitarra. A pesar de que es una obra contemporánea, es agradable al oído”.
La obra Guateque de Alebrijes, comisionada a través del Programa Fomento a Proyectos y Coinversiones Culturales 2021, será interpretada el 22 de junio, a las 19 horas, en el Auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes (Avenida Río Churubusco número 79, colonia Country Club Churubusco). El boleto tendrá un costo de 150 pesos.
Fuente: la jornada