Polonia afirma que la explosión registrada en la localidad de Przewodów, a escasos kilómetros de la frontera de Ucrania, en territorio de la OTAN y la Unión Europea, se debe a la caída de un misil de “fabricación rusa” y ha convocado al embajador ruso en Varsovia para que dé “explicaciones detalladas”. Moscú ha negado su responsabilidad en el incidente, en el que han muerto dos personas, y ha acusado a Varsovia de “provocación”, afirmando que sus operaciones militares no se dirigen a la zona. El Gobierno polaco ha aumentado el estado de alerta de sus fuerzas armadas y estudiará si activar el artículo 4 del tratado de la OTAN, que afirma que los 30 estados miembros de la Alianza abrirán consultas cuando “a juicio de cualquiera de ellas, la integridad territorial, la independencia política o la seguridad de cualquiera de las Partes fuese amenazada”. El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, ha afirmado que las explosiones suponen “una escalada muy significativa” y “un ataque contra la seguridad colectiva”, y ha pedido a la OTAN que actúe. El incidente se produce mientras se celebra la cumbre del G-20 en Indonesia y en un día en el que las sirenas antiaéreas no han parado de sonar en una decena de ciudades de Ucrania, incluida la capital, donde se ha registrado al menos un muerto.
Fuente: El país