Sin lugar a dudas la pandemia nos ha quitado mucho, nos quito a seres queridos, empleos, salud, y sobre todo la cercanía de las relaciones interpersonales, todos hemos vivido este pasaje de formas diversas, hay quienes desde el privilegio no tuvieron que pasar por ninguna carencia, pero también quienes perdieron todo y más, sin embargo es el momento de aplicar la resiliencia y aprender a seguir caminando, más allá de las adversidades que cada quien haya pasado, es hora de dar vuelta a la página.
Un lugar mágico para el desarrollo humano es inevitablemente la escuela; a lo largo de nuestra vida la escuela nos da amigos, experiencias buenas y malas, aprendizaje, vivencias y todos esos elementos que van formando nuestro intelecto, sentimientos y personalidad, no es casualidad que durante la falta de clases presenciales los problemas de salud mental hayan aumentado, como seres humanos somos seres sociables, y en ese sentido debemos transitar.
El pasado 18 de febrero durante una reunión con trabajadores de la educación, el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo Montaño, externó la necesidad de volver a clases presenciales en un 100%, para lo cual es imprescindible se tenga buena disposición de las y los profesores, pues si bien es cierto, ellos y ellas son quienes han tenido uno de los retos más grandes, al adaptarse a las nuevas tecnologías para seguir con su misión de formar a las futuras generaciones, y quienes se han enfrentado con diversas problemáticas como la perdida del aprendizaje en algunos alumnos y la deserción escolar, la cuál se agravó en los sectores más vulnerables.
De alguna u otra manera el miedo y la desconfianza seguirán, pero no debemos dejarnos dominar por esos sentimientos, la vida sigue, y como tal debemos procurar caminar hacia adelante, tomar el ejemplo de otros países que llevan desde el año pasado asistiendo a clases presenciales en un 100% de forma segura, sin embargo ese no es el único impedimento pues sabemos que otro de los problemas fue el vandalismo en algunas escuelas donde no dejaron ni la tubería.
No es tarea fácil regresar a la normalidad pre pandemica, pero vemos que ya se empieza a ver la luz al final del túnel, por su parte el gobernador ya ha anunciado avances en el programa de mejoramiento de la infraestructura escolar, el cual es sumamente necesario para que Sonora pueda volver a clases con instalaciones dignas, ya es justo y necesario.
Volteando a ver a otros estados de la república nos damos cuenta que ya estamos cerca de ese tan ansioso regreso a la normalidad, a casi dos años de que la pandemia por COVID-19 más de 550 mil estudiantes de escuelas públicas y privadas de nivel básico volvieron a los salones en San Luis Potosí, lo cual es el 100% de las y los alumnos, otros estados como Baja California Sur, Nuevo León, Veracruz, Quintana Roo, Sinaloa y Chihuahua también van avanzando en la materia, en el caso de Sonora no es la excepción, pues si bien es cierto aun no regresamos al 100, fue uno de los primeros estados en tomar la decisión de regresar en forma escalonada lo cual es un muy buen primer paso, por lo cuál estaremos muy pendientes que los planteles rehabilitados que vaya anunciando el gobernador, y en ese sentido también hacer comunidad y denunciar cuando veamos que intenten dañar nuevamente los planteles públicos, que nos pertenecen a todas y todos.
El regreso a clases presenciales en un 100% puede ser una realidad si cada uno de nosotros ponemos nuestro granito de arena, aquí importamos todxs, personal docente, padres de familia, alumnos, autoridades, etc… todos podemos aportar disposición, cuidar las escuelas, dejar de fomentar el pánico, apoyar a las y los profesores con la limpieza, etc… cada quien sabrá en la medida de sus posibilidades como poder involucrarnos para evitar que se sigan perdiendo alumnos, el aprendizaje, y transformar el impacto emocional que ha generado el encierro.
Fuente: Selena Altamirano Palafox
