NOGALES.-“Sentía que me corría la sangre por el rostro pero en esos momentos solo pensé en proteger a mi hijo de 4 años”, comentó Jesús Rigoberto víctima colateral de la persecución a balazos.
El hombre de 41 años de edad que trabaja como contratista había comprado pintura en una ferretería y se encontraba haciendo alto en su pick up Chevrolet S-10 en compañía de su pequeño hijo cuando ocurrieron los hechos.
“Estaba haciendo alto en el semáforo y de pronto observé que venía a exceso de velocidad hacia el Norte una camioneta blanca y agarró en sentido contrario pero golpeó con la estructura de concreto y perdió el control. Al mirar que venía a impactarse contra mi carro traté de esquivarlo pero no pude, fue muy rápido todo y fue cuando me chocó y luego impactó al otro carro que estaba detrás de mi” (una vagoneta Chevrolet Equinox)", relató.
El fuerte impacto contra el pick up provocó que el conductor sufriera un golpe que derivó en una herida en la frente y solo pudo reaccionar para proteger a su hijo que se encontraba en el asiento del copiloto.
“Sentía que me corría la sangre por el rostro pero en esos momentos solo pensé en proteger a mi hijo de 4 años, porque miré cómo los soldados rodearon la camioneta y pensé que se iban agarrar a balazos.
“Pero no me podía mover porque estaba prensado hasta que llegó una persona en carro particular que dijo que era Bombero y fue quien me ayudó a zafarme la pierna que tenía atorada”, narró la víctima colateral.
El niño resultó ileso y hombre recibió atención de primeros auxilios por socorristas, pero no permitió ser trasladado al hospital por temor a que le desaparecieran las herramientas de su trabajo.
Fuente: Redacción GH