Una sofisticada tecnología de escaneo está revelando secretos sobre “Pie Pequeño”, el destacado fósil de un temprano predecesor humano que vivió en el sur de África hace 3.67 millones de años, durante un punto crítico de la historia evolutiva.
Científicos examinaron partes completas del fósil, que está casi entero y se encuentra en buen estado de preservación en el Diamond Light Source, Inglaterra. El escaneo se centró en la bóveda craneal, la parte superior del cráneo, y su mandíbula inferior.
Así era “Pie Pequeño”
“Pie Pequeño”, cuya denominación se refiere a los pequeños huesos de los pies, que fueron algunos de los primeros elementos hallados del esqueleto, medía apenas 1.30 centímetros de alto. Su importancia ha sido comparada a la del fósil llamado Lucy, que tiene unos 3.2 millones de años y es menos completo.
La especie podía caminar totalmente erguida, pero tenía atributos que sugieren que podía trepar aún a los árboles, tal vez para dormir allí y evitar a los grandes depredadores. Tenía rasgos faciales parecidos a los del gorila y poderosas manos para trepar. Sus piernas eran más largas que sus brazos, como los humanos modernos, lo que le convierte en el homínido más antiguo conocido con estas características.
Los investigadores lograron no solo un mayor conocimiento de la biología de la especie de “Pie Pequeño”, sino también sobre las dificultades que afrontó durante su vida este individuo, era una hembra adulta.
Esta especie mezcla aspectos similares a los monos y los humanos y es considerada un posible antecesor directo de los humanos. Ron Clarke, paleoantropólogo de la Universidad de Witwatersrand que desenterró el fósil en los años 90 en las cuevas de Sterkfontein, al noroeste de Johannesburgo, y coautor del nuevo estudio, identificó la especie como un Australopithecus prometheus.
“En la bóveda craneal pudimos identificar los canales vasculares en el hueso esponjoso que están probablemente implicados en la termorregulación cerebral: cómo se enfría el cerebro”, dijo Amélie Beaudet, paleoantropóloga de la Universidad de Cambridge y líder del estudio publicado en la revista e-Life.
“Es muy interesante, ya que no teníamos mucha información sobre ese sistema”, agregó Beaudet, destacando que jugó probablemente un papel clave en el aumento por tres del tamaño del cerebro desde el australopiteco a los humanos modernos.
Los dientes de “Pie Pequeño” también fueron reveladores.
“Los tejidos dentales están realmente bien preservados. Era relativamente vieja, ya que sus dientes están bastante gastados”, dijo Beaudet, aunque su edad precisa no ha sido determinada aún.
Fuente: Redacción